Príncipes y princesas.

Admiro enormemente a todos mis amigos/as que han tomado la decisión de traer criaturas al mundo, y adoptar con ello la responsabilidad que conlleva. (A mi me parece todo un mundo).

Adoro las criaturas, su olor, el tacto de su piel, sus miradas, sus sonrisas, el mas pequeño gesto despierta en mi deseos de comérmelos a besos...pero se que nunca tendré un hijo, lo cual no me apena.
Tal vez por ser gay o por egoísmo (quiero vivir mi vida), no pienso adoptar nunca la decisión de ser padre.

Desde el año 80 que tuve a mi primer sobrino, Javi, he podido disfrutar lo que es tener alguien tan pequeñito con el que poder jugar y divertirme con las acciones que caracterizan a una criatura, sintiéndome tan pequeño como ellos, tirándome por el suelo (para estar a su altura), haciendo carreras, levantarlos todo lo alto que pueda y darles vueltas en el aire... para verlos mareados ya en el suelo, eso me encanta!

Estando en una terraza tomando algo con los amigos y sus criaturas, aproveché que la mamá de Laia se ausentó para dar a probar a ésta (mi pequeña princesa) el ácido sabor del trozo de limón sumergido en mi agua con gas. Entre risas esperábamos el gesto de desagrado de Laia o la mas mínima mueca al probar el cítrico, pero para nuestra decepción, ni se inmutó! Esta niña es una tragaminas! Incluso me costó quitárselo antes que volviera su madre, la cual sospechó algo...(debe ser instinto de madre).

Ahí van solo algunas fotografías de pequeños príncipes y princesas... deseando que vivan en un mundo mejor, mas justo...en un mundo maravilloso!